Detalles Del Libro:
Editorial: Paidos
Encuadernacion: Tapa Blanda
ISBN: 9789501239799
Sinopsis:
Diez veces un anciano de cabellos blancos aparecen en escena, diez veces resopla y suspira. Diez veces dibuja lentamente extraños arabescos multicolores que se anudan entre si y con los meandros y volutas de su palabra unas veces embrolladay otras liberada. Una multitud contempla estupefacta al hombre-enigma y recibe el ipse dixit aguardando una iluminacion que se hace esperar. Non lucet, no hay claridad ahi dentro, y los teodoro buscan fosforos. Sin embargo, piensan: cuicumoue in sua arte perito credendum est, quien ha probado ser habil en su arte merece credito. ¿A partir de cuando alguien esta loco? El maestro mismo planeta pregunta. Eso era antes. Eran los misterios de Paris hace treinta años. Tal como Dante que toma la mano de Virgilio para aventurarse en los circulos del infierno, Lacan tomaba la de James Joyce. El ilegible irlandes, y, tras este desgarbado comendador de los incredulo, entraba con paso pesado y vacilante en la zona incandescente donde arde y se retuercen mujeres-sintoma y hombres-estrago. Un cortejo equivoco lo secundaba como podia: su Yerno; un escritor desgreñado, entonces joven y tambien ilegible; dos matematicos que dialogan; y un profesor Liones que testimonia la seriedad de todo el asunto. Una pasifae discreta se desvivia detras del telon. ¡Rianse, buena gente! Por favor. ¡Burlense! Nuestra ilusion comica esta alli para eso. Asi no sabran nada de lo que tiene lugar ante sus ojos desorbitados: El examen mas meditado, mas lucido, mas intrepido, del arte sin par que Freud invento y que se conoce con el seudonimo de psicoanalisis.
$25.200,00
3 cuotas sin interés de $8.400,00
Detalles Del Libro:
Editorial: Paidos
Encuadernacion: Tapa Blanda
ISBN: 9789501239799
Sinopsis:
Diez veces un anciano de cabellos blancos aparecen en escena, diez veces resopla y suspira. Diez veces dibuja lentamente extraños arabescos multicolores que se anudan entre si y con los meandros y volutas de su palabra unas veces embrolladay otras liberada. Una multitud contempla estupefacta al hombre-enigma y recibe el ipse dixit aguardando una iluminacion que se hace esperar. Non lucet, no hay claridad ahi dentro, y los teodoro buscan fosforos. Sin embargo, piensan: cuicumoue in sua arte perito credendum est, quien ha probado ser habil en su arte merece credito. ¿A partir de cuando alguien esta loco? El maestro mismo planeta pregunta. Eso era antes. Eran los misterios de Paris hace treinta años. Tal como Dante que toma la mano de Virgilio para aventurarse en los circulos del infierno, Lacan tomaba la de James Joyce. El ilegible irlandes, y, tras este desgarbado comendador de los incredulo, entraba con paso pesado y vacilante en la zona incandescente donde arde y se retuercen mujeres-sintoma y hombres-estrago. Un cortejo equivoco lo secundaba como podia: su Yerno; un escritor desgreñado, entonces joven y tambien ilegible; dos matematicos que dialogan; y un profesor Liones que testimonia la seriedad de todo el asunto. Una pasifae discreta se desvivia detras del telon. ¡Rianse, buena gente! Por favor. ¡Burlense! Nuestra ilusion comica esta alli para eso. Asi no sabran nada de lo que tiene lugar ante sus ojos desorbitados: El examen mas meditado, mas lucido, mas intrepido, del arte sin par que Freud invento y que se conoce con el seudonimo de psicoanalisis.
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