Detalles Del Libro:
Editorial: Planeta
Encuadernacion: Tapa Blanda
ISBN: 9789504905028
Sinopsis:
La desmesura épica de la hazaña sanmartiniana convive en este libro con historias donde los hijos de la tierra arrean el ganado saqueado en los malones. Los viajeros que atravesaron la cordillera registraron éstas y otras impresiones en originales y conmovedores testimonios. Alguno destacó que la hazaña de San Martín era más digna de admiración que la de Napoleón cuando atravesó el monte San Bernardo con un ejército más disciplinado, mejor equipado y con abundancia de socorros.
Nativos y visitantes coexisten con los cultores del montañismo, heroicos pioneros obstinados en vencer las verticales paredes de piedra. Todos ellos protagonizan episodios signados por la tragedia o el éxito, siempre acordes con la magnificencia del escenario.
La colosal mole de piedra andina abundó en gestas donde la intrepidez humana orilló to absoluto, y la identificación del habitante con el paisaje conjugó cierta forma de encantamiento. De todo ello da testimonio Roberto Hosne.
$7.150,00
3 cuotas sin interés de $2.383,33
Detalles Del Libro:
Editorial: Planeta
Encuadernacion: Tapa Blanda
ISBN: 9789504905028
Sinopsis:
La desmesura épica de la hazaña sanmartiniana convive en este libro con historias donde los hijos de la tierra arrean el ganado saqueado en los malones. Los viajeros que atravesaron la cordillera registraron éstas y otras impresiones en originales y conmovedores testimonios. Alguno destacó que la hazaña de San Martín era más digna de admiración que la de Napoleón cuando atravesó el monte San Bernardo con un ejército más disciplinado, mejor equipado y con abundancia de socorros.
Nativos y visitantes coexisten con los cultores del montañismo, heroicos pioneros obstinados en vencer las verticales paredes de piedra. Todos ellos protagonizan episodios signados por la tragedia o el éxito, siempre acordes con la magnificencia del escenario.
La colosal mole de piedra andina abundó en gestas donde la intrepidez humana orilló to absoluto, y la identificación del habitante con el paisaje conjugó cierta forma de encantamiento. De todo ello da testimonio Roberto Hosne.
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