RESEÑA:
Este es el cuarto volumen de la pentalogía de La sombra del Cardo. En Fuki no to, la historia nos lleva fuera de la ciudad, a una zona rural en la que viven Mitsuo, su esposa Atsuko (protagonista de este relato) y sus dos hijos que, ahora, son pre adolescentes. Como se anunció al final de Azami (primer libro de la saga), Mitsuo había abandonado a su amante para recuperar su matrimonio, y renunciado, asimismo, a la revista en la que trabajó casi veinte años. Se muda entonces con su familia a la granja que ha heredado su mujer y funda su propia revista llamada, justamente, Azami...
La cuestión es que, cuando todo parece armónico, casi idílico, aparece un nuevo personaje: Fukiko, que viene a desequilibrar la vida cotidiana de los Kawano. La mujer, que fue compañera de la secundaria de Atsuko y con quien tuvo una relación “especial”, reaparece en su vida por una casualidad y termina siendo contratada por esta como asistenta personal, pero sin que ninguna de las dos se dé cuenta, en principio, de quién es la otra...
Lo interesante en este nuevo capítulo de la pentalogía es que la autora nos “engaña” nuevamente, al mostrarnos al personaje de Atsuko como una supuesta víctima pero que, sin embargo, no lo es en absoluto... Sin dudas, la mirada femenina es aquí, el elemento más atractivo del relato, por eso los secretos, los esfuerzos por y las promesas de amor, la identidad sexual, el empoderamiento femenino y, como siempre, el amor y la familia son los tópicos en los que se centra esta breve narración que seguramente las/os interpelará.