RESEÑA:
Catalina es una niña de once años que vive con su padre, su madre, dos hermanas adolescentes y Gabito, de siete años, en un hogar de clase media en la zona de Turbaco, Colombia.
Pensando que su papá es abogado y que, por eso, en la puerta de su casa siempre hay gente esperándolo, "descubre" un día que la verdadera ocupación de Gabriel es una bastante más misteriosa. Pero nadie parece querer hablar sobre ese tema y lo único que sabe Cata es lo que le ha dicho su madre: "tu papá tiene poderes". A partir de entonces, la chica, que no tiene amigos y se siente bastante sola, intenta averiguar a qué se dedica realmente su papá y por qué la gente habla tanto de él.
Lo que no aprendí es (irónicamente) una novela de aprendizaje en la que una niña bastante curiosa, rebelde y, sobre todo, audaz, no se resigna a comportarse de modo convencional ni mucho menos a acatar las normas familiares y sociales, e inicia una búsqueda por conocer la verdad sobre su padre, por el que tiene un amor inconmensurable. En este camino, que debe emprender sola porque el resto de su familia es bastante desamorada con ella, se relaciona en secreto con un personaje bien interesante llamado Aníbal, un vecino "hippie" que siempre está sucio y "fuma porro todo el día", por el que la niña sentirá una cierta atracción.
El relato está construido con mucho sentido del humor y se destaca por la excelente composición, por parte de la autora, de un personaje protagonista tan auténtico y entrañable como es el de Catalina. Además, la reconstrucción de una época, los años 90', y la descripción de los vicios de buena parte de la clase media en aquellos años con su constante aspiración a viajar a Miami para ir de compras, es otro de los grandes aciertos de esta pequeña gran ópera prima de Margarita García Robayo.
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